¿Pan para hoy, hambre
para mañana?
Esta
es la pregunta que me viene a la mente cuando pienso en la tan nombrada
Certificación Energética de Edificios Existentes. Muchos ven, o vemos, en ella
una especie de ventana que se abre, un nuevo nicho de mercado que podemos
cubrir; es el pan para hoy.
Por
otro lado, el del hambre para mañana, es porque las vamos a coger con tantas
ganas que una de dos, o saturamos el mercado y los precios se vienen abajo, o
acabamos directamente con la demanda con nuestra avalancha de oferta.
Sea
como sea es algo esperado, que llega tarde y que aún no se sabe cómo va a
quedar al final. Hay quien dice que del proyecto de RD que hemos podido leer
todos o casi todos, al texto presentado al Consejo de Estado hace unas semanas,
hay una diferencia bastante sensible.
Se
habla mucho de precios, de coste, pero no hay que hacer lo que tan bien se nos
da: vender la piel del oso antes de cazarlo. Es indudable que de seguir
adelante, que saldrá tarde o temprano, los miles de técnicos competentes (como
bien dice el proyecto de RD, haciendo gala de ese halo de misterio y misticismo
que lo caracteriza) podremos realizar una, diez, o cien… Pero también hay que
pensar que esto es un parche que aunque necesario, es transitorio en nuestra
situación, puesto que no de certificaciones energéticas nos vamos a alimentar
eternamente. Además que no es nuestro objetivo como colectivo de Aparejadores/Arquitectos
Técnicos/Nuevos nombres varios; nosotros somos la Dirección de Ejecución,
además de poder ser el Coordinador de Seguridad y Salud o el Jefe de Obra. Es
decir, nuestro hábitat natural es la obra y nuestro sino fundamental el devenir
económico de la misma.
Volviendo
al tema principal, esta nueva oportunidad que se nos pone delante en cierto
modo alivia un poco nuestra visión de futuro, pero el de corto plazo como ya he
expuesto anteriormente. La alivia porque vemos que sí, que podremos hacer un
trabajo bonito que además puede servir para dejar de despilfarrar energía y
ayudar al medio ambiente y al final a las arcas del Estado. Y a corto plazo por
lo que también he comentado ahí arriba, la oferta se acabará más bien pronto.
Si
hablamos de números podemos estimar, por ejemplo, que en la Comunidad de Madrid
haya unos 100.000 inmuebles en venta (no lo sé exactamente, pero es un dato que
no peca ni de corto ni de largo en exceso). Esos 100.000 inmuebles tenemos que
repartirlos entre todos los técnicos competentes colegiados en esta Comunidad.
No sé cuántos seremos, pero creo que el ratio inmuebles/técnicos no debe ser
mayor de 10 siendo muy optimistas. Es cierto que no todos los técnicos se dedicarán
a certificar, puesto que algunos de ellos, afortunados, tienen un empleo.
Supongamos muy alegremente que son la mitad del colectivo, el ratio sube a 20 inmuebles/técnico.
Aquí sale a relucir la poca cantidad de trabajo que nos espera, y eso si somos
rápidos o afortunados y no nos lo arrebata ninguna empresa como ya sucede con
las ITE. Tampoco hay que olvidar que muchos de esos inmuebles pertenecen a
bancos, que podrán “a concurso” sus carteras de inmuebles y se lo encargarán
al que mejor oferta haga; aquí los precios volarán raso…
Una
opción que se me ocurre a bote pronto y que no he contemplado en la cifra de
inmuebles en venta, es el de viviendas protegidas. Suman un gran número, y
están vacías. Todas esas viviendas sí supondrían un engorde ligero a nuestro
ratio anterior, pero volvemos a las mismas, probablemente se encarguen por
concurso y el más barato se las lleva (aún sin tener en cuenta los problemas
que hay para cobrar de los organismos públicos).
Por
todo ello, pienso que el tema de las certificaciones energéticas hay que
mirarlo con más cautela que esperanza, no nos va a sacar de pobres y no nos va
a alimentar eternamente. Sólo queda esperar
e ir viendo como suceden los acontecimientos. Por lo pronto, si la nueva
fecha de entrada en vigor es el 1 de junio como ya hay sitios que se aventuran
a decir, estamos ante una aprobación inminente. Deberá ser este próximo
viernes, mañana, por que no creo que el último viernes de marzo se vaya a celebrar
Consejo de Ministros por ser Viernes Santo.
Y vosotros, ¿qué opináis? Animaros a comentar,
y si os parece interesante compartid la entrada. J
ASBATEC
Alberto
Seco Barrero
Arquitecto
Técnico